Polución, ruido, humo, gritos, mal olor y las miradas clavándose como garras...la agobiante sensación de opresión no te abandonaba hasta que entrabas el el riad cada noche. Sólo una noche fue suficiente para arrepentirme de haber visitado Marruecos.
No me gustó la sensación de ser engañada constantemente, observada por todos, esperando el mejor momento para timarte otra vez. Así no se trata a alguien que ha venido a visitar tu casa, tu cultura.
Nada que ver en Marrakech...sólo una plaza enorme, llena de vida....demasiada vida. Un lugar en el que tienes que estar pendiente de no ser atropellada, robada, timada o violada es demasiada vida para mi...
Sólo un pero....Essaouira...un bonito pueblo pesquero donde comí el mejor pescado que he probado nunca y por primera vez dormí en una cama con dosel!
No recomiendo Marruecos....espero no volver....pero no lo olvidaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario