Dicen que el tiempo lo cura todo….mentira!! No es el tiempo el que lo cura sino lo que hagas con ese tiempo. Si te dedicas a meterte en la cama, llorar y lamentarte de tu mala suerte, la herida jamás se cerrará. Pero si ese tiempo lo dedicas a hacer todo lo que no habías hecho hasta el momento, dejándote llevar por la marea sin tener miedo de darte la gran leche contra las rocas, entonces la herida se cierra sin darte cuenta.
¿Por qué dolerán tanto las pérdidas? Uno no puede evitar pensar en todo lo que va a perder en el futuro en lugar de alegrarse por lo que ha tenido. Echas de menos los viajes que ya no harás, las cenas que ya no compartirás, los besos que ya no darás…y vuelta a empezar.
Cualquiera diría que haber pasado por esta experiencia tantas veces te hace un experto y rehacer el corazón es pan comido, pero es más bien al contrario, cada vez se complica un poco más. Porque cuando rehaces un corazón roto, nunca queda como nuevo, y empieza a acumular remiendos. Es como un coche con 200.000 km, puedes arreglarlo, pero cada vez se estropea más a menudo…mi corazón es como un citroen 2 caballos y lo mejor es dejarlo aparcado porque en cualquier momento me vuelve a dejar tirada en medio de la autovia.
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