El agua está perfecta, caliente y llena de burbujas, el baño huele a flores y la luz está atenuada.
Un vaso de vino y el pelo recogido, antes de entrar a la bañera me miro en el espejo, mejor dicho, me observo en el espejo.
Me fijo en la curva de la cintura con la cadera, me gusta lo proporcionado que es mi cuerpo, las pecas que me han salido entre los pechos, el hueso de la clavícula poco pronunciado como a mí me gusta, el cuello, la barbilla y la piel…blanca y suave, marcada por tres tatuajes cada uno con su propio significado.
Por fin entro en el agua, sólo hay que soportar el calor intenso un momento, hasta que mi piel se acostumbre a la temperatura y dejar que los músculos vayan relajándose poco a poco y dejo que el calor me envuelva por fuera mientras el vino me calienta por dentro.
Estoy lista, después de muchos días sin sexo, estoy lista otra vez…mis manos recorren mi cuerpo al principio torpemente, pero pronto comienzan a recordar y a cobrar vida, y mi cuerpo reacciona, no ha olvidado el placer.
No pienso en él, no pienso en nadie, sólo me dejo llevar por el calor y vuelvo a ser yo…pasional, sexual y divertida…”vuelvo a gustarme”, pienso con una gran sonrisa en los labios.
1 comentario:
Eysssssssssssssssssssssssssssss, ¡vamos avanzandooooooo!. Besotes
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