La mente femenina es realmente digna de estudio, una amiga soñó con Rosa Golosa, una misteriosa mujer que le arrebataba al hombre de su vida.....¿Rosa Golosa? Estamos fatal...
Pero hay que admitir que, aunque complicadas, retorcidas y peligrosas en ocasiones, las mujeres somos apasionantes. Ponemos toda la carne en el asador en todo lo que hacemos, amamos con intensidad y también sufrimos con intensidad. Mientras escribo esto aún puedo ver una de las lágrimas que ha derramado Silvia en mi escritorio mientras leía cómo el hombre por el que ha luchado los últimos cuatro años la dejaba marchar sin inmutarse y he pensado en cuánto dolor hay acumulado en esa pequeña gota de líquido.
Por eso, porque nos pasamos la mayor parte de nuestra vida haciendo cosas que no nos gustan o nos hacen daño, es por lo que debemos valorar aún más aquello que queremos y asegurarnos de que hacemos el menor daño posible a los que nos rodean.
Todo esto es muy sencillo en la teoría y cuesta mucho más cuando vuelves a casa después de un día de perros en la oficina, pero antes de entrar en casa y hacérselo pagar a la gente que nos quiere, la próxima vez respiraré un par de veces, dejaré atrás los malos rollos y me dedicaré a dar besos, que son mucho más placenteros que dar voces!!! :)
1 comentario:
Ayyyy, qué bonito. Muchas gracias por dejarme derramar lágrimas sobre tu mesa
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