Uno no se da cuenta de hasta qué punto el ruido es protagonista de nuestras vidas, hasta que te sumerges en el silencio. Pero no la inquietante ausencia total de sonidos, sino el relajante silencio de la naturaleza, el viento entre las copas de los árboles, el agua de un arroyo, los pájaros trinando.....Y 100 PERSONAS (ENANOS INCLUIDOS) HACIENDO UNA BARBACOA BAJO TU VENTANA!!! Asi no hay manera de escuchar el maldito silencio!!!!
Pero hay que admitir que el entorno era increíble, situado en el Parque natural de Sierra de Gredos, incluso respirar marea y todo es propicio para ayudarte a descansar y disfrutar de la naturaleza.
Me encanta experimentar cosas nuevas pero no me caracterizo por un equilibrio y forma física perfectos, así que suelo evitar cualquier cosa que suponga un riesgo de acabar con mi redondo trasero en el suelo (o algún sitio peor) pero el esfuerzo valió la pena...
Y la comida....madre mía cómo la voy a echar de menos, este fin de semana han mimado a mi estómago como nunca...un chuletón que debía ser de mamut, una dorada a la sal en su punto y un cordero con un sabor tan intenso que me dejó KO el resto de la tarde, eso sin contar los tomates con sabor a tomate, el vino, la salsa de champiñón...para muestra, un botón...
Fin de semana perfecto.
Sólo un "pero"...y fue culpa mía, lo siento.
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